Todos los sonidos están aquí, a nuestro alrededor. Pero si no prestamos atención, parece que no existan. El museo es un espacio en el que descubrir lo que generalmente no se aprecia a primera vista. Proponemos una visita al museo para descubrir, con el cuerpo, de dónde vienen los sonidos que habitan el museo. Realizaremos un recorrido sonoro observando que hay sonidos libres, como los que caen de arriba abajo como una cascada, y otros también libres pero que crean espirales en el aire y rápidamente terminar por susurrar en el oído. En cambio, hay sonidos que se esconden en su casa y que cantan concentrados. De estos, los hay que viven en la casa triángulo –los sonidos agudos y melódicos–, otros en la casa cuadrado –los sonidos estables y percutidos– y otros en la casa círculo –los sonidos continuos e infinitos.

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Una vez recopilados todos los sonidos y ruidos, podremos crear nuestra partitura colectiva y cantarla y bailarla juntos. Si miramos a nuestro alrededor identificaremos las formas geométricas que habitan el espacio, y todo el edificio del museo se convertirá en una gran partitura para ser bailada.

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Taller a cargo de Ángela Peris, bailarina, coreógrafa y educadora. Con la participación de Jorge Horno, artista plástico, coreógrafo y educador.